miércoles, 24 de abril de 2024

¿Me resigné?

No sé si merece la pena escribir aquí, tras haber dejado de hacerlo hace años ya. Quizás la última vez.

Esperé, sí. Te esperé hasta la náusea. Me repetí que existía la posibilidad de que me respetaras como persona, pero ya no importa.

Supongo que si te llegara noticia de estas líneas, respirarías con alivio de saber que dejaste de ser un factor. Por mi parte, tuve confirmación de qué ocurrió, y todo tiene sentido.

Sería triste guasa que contactaras ahora que resolví gran parte de problemas que parecían insolubles. Teniendo en cuenta que lo hice tras haberme encontrado cercado por una valla de espaldas, no sorprenderá la persona en que me convertí.

No expliqué por ti, sino por mí. Por ser asignatura pendiente.

Sin más.

Nada más.

lunes, 17 de mayo de 2021

Sigue siendo el 2 de agosto del 2013.

 Y, sin embargo, no lo es. No puedo dejar de amarte y, al mismo tiempo, se me arrancó la capacidad de hacerlo.

De corazón castrado y, sin más aspavientos, este gato envenenado y encerrado en una caja ya sólo dispone de valor como colofón de mal chiste.

Del ser a través del no ser, y viceversa.

De mirar a través de una ventana el vacío y ser tras el cristal enmudecedor un grito transubstanciado en mueca.

De haberme consumido amándote sin que tuviera importancia, de aprender nada.

De querer morir y no poder.

Y seguir doliendo, un día más, Prometeo implorando a la marea que suba de una jodida vez. 

lunes, 10 de mayo de 2021

A little parable on mental health support.

Once upon a time, there was a man enjoying the panoramic view from atop a cliff overlooking the sea. Unbeknownst to him, the limestone beneath him decided it had had enough waves lapping on it, and decided to cave in.

The man was thrown into the sea, and was promptly swept away by the undertow. "I shall surely perish", he thought as he trod water, "if someone does not throw me a line soon".

A boat passed by:

"It's a lovely day for a swim, is it not?", said the intrepid mariner before moving away, oblivious to the man's plight, before moving away.

A second boat passed by:

"You aren't doing it right, don't swim against the current, but diagonal to it. Also, a breaststroke is more efficient in energy preservation", said the second mariner from the safety of his boat, before also moving away.

A third boat passed by:

"How did you end up in the water? You should have thought about it before getting in, you know", and he also moved away.

A fourth boat passed by:

"Yeah, man! Rock on! Way to kick up some foam!", before moving away, also ignoring the calls for help.

The man eventually drowned. All four boaters happened to attend the funeral ceremony. They all looked very sad and concerned. They all were very eloquent on how you needed to treat the sea with respect, and they all lamented the newly departed did not call for help, even though he did.

After all, there was no one alive who witnessed them having sailed away.

 Does that fit into what you know about mental health support? 

miércoles, 22 de abril de 2020

41 boniatos

Si algún día llegas a leer ésto, espero que te encuentre en buena salud y con motivos para sonreir, aunque el motivo ya no sea yo.

martes, 31 de diciembre de 2019

Moving on.

It has been pointed out to me that I "needed to move on" on a number of occasions. This betrays part of the stigma against a guy like me: that I wasn't whole until I was completed by someone else. The meaning is implied rather than stated, of course.

I moved on from Priyam on 21/03/2013. One of the saddest days of my life (the last day I woke up next to my children) and the beginning of my undoing came with a slight tinge of freedom from her tyrannical rule.

Have I had company from anyone else? Well, I fell real hard for someone later that year, and that's an understatement. It never came to anything, and she was gone faster than she arrived. My heart still belongs to Lucía, I'm afraid.

I now say her name and to have the memory of her is a good thing to have, just like Frodo was glad to have Sam's company "here, at the end of all things".

But I HAVE moved on. It was hard arriving to the conclusion that I would be seeing the rest of my days alone, for I have refused to reach out for another woman like one would a spare tyre.

I shan't do that to that hypothetical woman and, least of all, I wouldn't do that to myself.

Having spent almost 13 years in the company of someone who (still to this day) doesn't even remember the basic facts of my medical history (allergies, for example), let alone share interests, convinced me that there's a lot of people out there simply not compatible with me.

I know my standards might be seen as exacting, but I wasn't ready to settle for living in an intellectual wasteland again, just to stop having the image of "middle-aged loner". Nor was I bothered to go "on the pull". I consider one-night stands as little more than assisted masturbation, so I might as well take the matter into my own hands and be done with the hassle that people term "the game".

Moving on, for me, is knowing that I can't stand being with someone who doesn't read a book, play a musical instrument, has no interest in history, or biology, or is even able to play chess.

I am tired of people measuring pleasure in terms of how much they spent into the endeavour. I'm a guy who would watch the unfolding drama of a spider and a wasp duking it out for survival, a square-inch real-life documentary.

I am aware of many a historic landmark most people take for granted. And these sites are taken for granted because they don't charge the sheep an admission fee.

I am a guy with a song for almost any situation. Name the genre, and I'm likely to be into it.

I couldn't be with someone from the flock just for the hell of it. The notion fills me with dread.

So, yes, I have moved on.

miércoles, 2 de enero de 2019

Falacias

Sigo intentando odiarte y sigo sin poder. Mi mente (o lo que queda de ella) intenta inventar y ascribirte odios incompatibles con mi persona.

Me pregunto: "¿y si por azar nos encontrásenos hoy y resulta ser...?" El escrutinio no dura ni cinco segundos.

Mi mente reconoce la falacia de hombre de paja que busca rebatir tu presencia innegable en mis ojos y tu ausencia contundentemente irrebatible en mis días.

lunes, 23 de abril de 2018

sábado, 18 de noviembre de 2017

Otro solsticio

...de silencio que se aproxima a besar el altar de Stonehenge en su noche de difuntos.
Corro y corro, sin moverme del sitio, con esa sensacion de estar atrapado en un mal sueño mientras un Leviatán cualquiera ventea mi rastro seguro del almuerzo por no poder despertar a tiempo.
Porque la única forma de despertar de esta pesadilla es dormir en la tierra.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Al acercarse a la cima...

...Juan se dió cuenta de que tenía un problema. La subida que no ha mucho era sólo breve inconveniencia se había tornado en amenaza. Sentía la opresión en el pecho y esa sensación enfermiza en el diafragma que sólo podía significar una cosa. Tuvo que detenerse y apoyarse en un tabique junto al sendero mientras su vista se nubló por un par de minutos.

Durante los breves segundos en que la sensación tardó en desaparecer, Juan se dió cuenta de que sólo una cosa le impedía. La escalada era para una reunión en el colegio de su hija, no tenía derecho a morir en aquella ladera en particular, o ella se culparía a sí misma.

Una mujer de mediana edad pasó con su perro, mirándole del modo asustado en que cualquier mujer sola en un callejón mira a un hombre. Juan se dió cuenta de la mezcolanza de miedo y desprecio en sus ojos. "Podría estar muriéndome y ella pensaría que estoy borracho a las nueve de la mañana", se dijo a sí mismo, no sin motivos.

"No será hoy", se dijo a sí mismo, barruntando acerca de si se puede morir de corazón roto. Juan se dió cuenta de que lo que tenía no era un problema.

Lo que tenía era la solución.

lunes, 28 de agosto de 2017

Hoy lo he vuelto a ver,

esta vez, por escrito. Una afirmación que no deja lugar a dudas. Una afirmación tajante con el peso del mazo de la administración de justicia (que no es lo mismo que decir "justicia").

Soy criminal por haber nacido quien soy.

Simple y llanamente.

No hay nada que pueda decir al contrario, es culpa mía por nacer yo.

Y punto.

sábado, 19 de agosto de 2017

Cuatro años que hace que te quedaste a vivir en mí e irte de modo simultáneo. Cuatro años de soledad que Gabo no podría imaginar, mucho menos relatar. Amor sin cólera.

sábado, 22 de julio de 2017

Hoy mismo...

...escribo sin pensar en tu nombre,
las miles de expresiones de tu sonrisa
(desde el escepticismo a la risa contenida,
del desprecio al afecto),
ídem de las de tus miradas.

...escribo sin nombrar a la luna,
testiga muda de aquellas horas
en un paraíso llamado Babia,
donde nuestras voces
(y que conste que no nombro la tuya)
se paseaban de la mano por un sinfín de derroteros.

...escribo sin pensar lo mucho que te añoro,
igual que es posible no pensar
en una cebra sobre una bici de carreras,
mientras te la describen para que no la pienses.

sábado, 15 de julio de 2017

Cuarto aniversario

tras el muro.
Todos mis hokko contenidos en esta frase, amiga.
Cuatro años del resto de mi vida.

sábado, 17 de junio de 2017

Debería aprender a despreciarte para salvar mi autoestima, pero no sé cómo se hace.

domingo, 23 de abril de 2017

Tarjeta de cumpleaños. Renga.

En el alfeizar
de mi pecho, la vela
grita en silencio.

Enmarañado
en las distancias cortas
del infinito.

Hecha a mano,
el corazón del niño
en la tarjeta.

Garabateados
besos, felicitando
un año más.

jueves, 20 de abril de 2017

El domingo...

...iríamos a una librería y te diría que escogieras al menos un libro.

¿Crees que me olvido?

(Sí, es a ti)

sábado, 18 de marzo de 2017

Tal día como hoy,

...hace treinta años, le regalé a mi padre una copia de "En busca del unicornio", segunda edición, firmada por el autor, que resultó ser mi profe de inglés. Fue el último regalo que le hice.

Suelo recordar a los hombres que se quedaron en mí, que son parte de quien soy.

viernes, 24 de febrero de 2017

Algo...

...se rompió en mí aquel año que acabó a final de febrero del 14. Aparento ser normal, o éso creo. Sin embargo, el chirrido de una rueda dentada descascarillada bajo la presión me deja comer poco y mal. Y de dormir ni hablemos.

Aún me acuerdo de la bravata del "no podrán conmigo" mientras estaba atado al potro y el inquisidor aumentaba la presión de la palanca. Gramo a gramo aumentó hasta alcanzar el punto de masa crítica. Hoy no sé quién soy. Sé quién no soy, con éso tendré que conformarme.

Es lo único que me queda.

miércoles, 18 de enero de 2017

A veces pienso

que sólo oiría de ti si decidera no volver a hacerlo. No sé por qué, no tiene lógica.

¿Desde cuándo se rigieron los sentimientos por la lógica?

viernes, 13 de enero de 2017

¿Te sorprende?

Descubrí un planeta junto a ti cuando me hallaba a la deriva, sin buscar, sabiendo que no quedaba ya nada para mí. Plantamos un jardín juntos, sin pretenderlo, sin más promesa que el agua que daban nuestras sonrisas.

Y ahora soy ese alienígena que busca pasar desapercibido con una chaqueta de lagarterana y pantalón de chándal en la ópera, los ojos clavados en la multitud, por si a Gurb le hubiera dado por pasar por allí. Al mundo le resulta gracioso ese esperpento. A quien lo vive no tanto, pero al menos se ríe alguien. Aunque la risa corte, aunque la befa queme...

Procuro no lamentarme, las ruinas que me rodean lo hacen ya por mí.

jueves, 12 de enero de 2017

Mal asunto,

puse a El Último de la Fila.

Versos rotos agridulces que te hacen, si cabe, un mucho más presente en tu ausencia. No tengo remedio, por mucho que pase, no podré evitar seguir mirando al horizonte por si se recorta tu silueta entre esos rayos de poniente que queman mis retinas.

sábado, 7 de enero de 2017

viernes, 6 de enero de 2017

Cacao mental.

Leo y leo sobre psicología, psiquiatría, etc. y sigo llegando a conclusiones parecidas. Que cada uno cuenta la historia según le vaya. O, volviendo al barbudo de todos los barbudos: "las condiciones determinan la conciencia".

Igual soy más lerdo de lo que pienso. Pensándolo mejor, elimina el "igual" de la primera frase. No obstante, soy un lerdo distinto del lerdo que se dedica a hacer la fotosíntesis, el lerdo fitoplancton, dos estadios por debajo del ameba. Me hago la mitosis para preguntarme cosas.

Curioso concepto el de sesgo. Nos ponemos en una posición de objetividad para calificarlo. Por supuesto, éso niega nuestros propios sesgos, ¿verdad, vida mía? Cuando dichos sesgos llegan a sus conclusiones, nuestro propio sesgo de confirmación clama victoria.

¿Cómo oso poner en duda a la academia? ¿A una academia que se inventó la drapetomanía, que extirpaba clítoris para tratar la histeria, metía punzones en el cerebro para curar la esquizofrenia, el electroshock para curar a gais y lesbianas. Cosas del pasado, dirás. Ejem, ¿y Zucker con su desorden de identidad de género (GID)? Seguimos en las mismas, un grupo de profesionales que necesitan patologizar todo lo que cae bajo su microscopio y que en realidad son una versión adulta de ese niño psicópata que torturaba hormigas con su lupa.

¿Sesgo, dónde? No, Raul, no seas mal pensado. Su preocupación es la mejora de las condiciones de vida, y no los beneficios que conllevan la consolidación de sus cátedras. Al fin y al cabo, no estamos tratando con una rama de la ciencia que comenzó torturando bebés humanos y crías de macaco hasta que llegaron a cometer suicidio.

Lo que siguen sin responder es la pregunta de Reich sobre quien pasa hambre y no roba pan.

Así que me tomo con mucha reserva lo que me dicen sobre la legitimidad de lo que siento, sobre si es patológico. Cada cual cuenta la historia según le va, porque no hay forma de demostrar estándares de conducta o pensamiento en condiciones de laboratorio.

Creo que voy a por otro donut, estoy en bucle intentando negociar con el vacío.





Dirigido a un "tú" diferente de a quien suelo dirigirme en mis versos,

un "tú" que habla de Verdad Absoluta, de Objetividad (la tuya, por supuesto, éso de estar en posesión de La Verdad es una responsabilidad enorme). Procuraré ser conciso, que aún me queda noche y un ensayo que redactar, igual escribo hoy 100 palabras sobre control de calidad clínica y auditoría (un tema tan fascinante como el centrifugado de una lavadora).


Es muy posible que colapse dentro de poco. No sé si son semanas o son meses hasta el fin. Dentro de poco tendrás la confirmación que necesita tu sesgo.


Tienes en tu escala de valores una divinidad, que me niego a poner en mayúsculas. Sé que te enerva (y me importa un pepino, en mi palabra aún mando yo). Dicha divinidad es tu medida para todo, especialmente el bienestar personal, económico, familiar y social. Según tú, no le puede ir bien a quien no use tu medida, o una parecida a la tuya.


La típica frase del: "espera a que se te joda todo, y verás cómo te pones de rodillas y te pones a orar", algo así como un Job a la inversa, es de los planteamientos más perversos que existen. El desearle mal a alguien para evitarte la disonancia cognitiva que supone el que una persona pueda abandonar tu divinidad como herramienta de medida no es abyecto, sino tres puntos más allá. ¿Hasta qué punto en el pasado te encargaste de que se me jodieran las cosas a mí? Éso sólo lo puedes responder tú, a mí sólo me llegaron barruntos. Los suficientes.


Los entierros son una cosa fina para estudiar el comportamiento humano, en éso supongo que estás de acuerdo conmigo. No hay persona más estridente que quien fuerza lágrimas de cocodrilo propulsadas por la culpa. No, sé que tú no serás estridente, sabes que te pondrías en evidencia. Lo tuyo sera más calmo, lo tuyo sera el sesgo de confirmación, el "te lo dije", el "no podía funcionar sin cristo en su corazón", etc., etc. Lo tuyo sera el regodeo de quien sigue de pie cuando otro ha mordido el polvo, pero procurarás que no se te note.


Intentarás ocultarlo tras una fachada de piedad y conseguirás engañar a más de cuatro. Usarás los tecnicismos de tu bata blanca para dar validez a una relación viciada de abusos por tu parte que duraron hasta que crecí lo suficiente para devolverte los puñetazos con interés. Usarás el estigma de la salud mental, del hereje, del desviado, de la oveja negra, del traidor al país, la raza, la cultura, la lengua...


Puede que, hasta seas capaz de engañarte a ti mismo. Al fin y al cabo, no hay mentira más convincente que la que uno mismo se cree, ¿verdad?


Lo más asqueroso de todo, es muy posible que te asalte la duda y le pidas perdón a tu amigo imaginario (y el loco soy yo, ironías de la vida). Al fin y al cabo, eres de ésos que se ufanan de lavarse en sangre de cordero cuando lo que buscas es que no se noten las manchas de tus víctimas en las mangas. Ni a Temujin se le ocurre éso.


Al final te darán la razón porque éso es lo que pasa en las peleas de los bares, las gana el que se queda a contarlas. Sin embargo, hay preguntas que tus explicaciones convincentes nunca podrán responder:


1.- Este hereje cayó, cierto. Muchos otros no, JÓDETE.
2.- Son casi cuatro años de uno de los golpes más duros que nadie pueda recibir, y aún estoy aquí.
3.- Hace casi treinta años que deseché tu divinidad, luché y perdí tras una serie de zancadillas. Algunas conscientes, otras causadas por las circunstancias. Casi treinta años de reinventarme, de pequeñas victorias y grandes derrotas.
4.- Las zancadillas que recibí a base de mentiras ya quedaron retratadas en papel. Se pueden demostrar como falsedades. Lo demostré ya a con quien debía hacerlo, a quien me conoce.
5.- Te pusiste tú solo en evidencia en más de cuatro ocasiones. Hay quien conoce al psicópata bajo la bata blanca, ese psicópata que ocultas tan, tan bien.


Ya te dediqué mucho más tiempo del que mereces. Vete a pastar al campo.

Se dice tan fácil...

...lo de dejar una dependencia emocional, ¿verdad?


¿Qué pasa cuando se tiene que encarar una pérdida y no se pueden atravesar los estadios de Kübler-Ross?


1.- Si no se sabe bien qué ha pasado, no hay mucha realidad que afirmar o negar. Es un ciclo de preguntas sin fin.
2.- Si no se tienen motivos para que nadie tenga culpa de nada, no puede uno enfadarse.
3.- Con el muro de silencio no se pueden hacer tratos. es un círculo que no se cierra.
4.- Lo de la depresión, no lo puedo negar, creo que es el único estadio que puede expresarse.
5.- Hay días en que tengo un segundo de aceptación de que no volveré a ver u oir una palabra tuya dirigida a mí. De vuelta al punto número cuatro.


Lo dicho, sólo espero que mis palabras te encuentren bien, si te encuentran. Un beso de tu amigo desde la trinchera, oyendo silbidos de obuses.


Ojalá algo de paz, para variar.

jueves, 5 de enero de 2017

...

llámalo ser melodramático, pero sospecho que éste es mi último calendario. No, no sé por qué, ni hago planes para que lo sea, que conste.

Aprendí a dar la espalda a quien insistió en que todo era "mi percepción", cuando hasta ahora, si me ha fallado, ha sido en quedarse corta.

Y tengo un mal presentimiento que no puedo compartir cara a cara con nadie. Así van las cosas.

Total, ¿a quién de por aquí le importa una mierda?

No, no culpo a nadie. Necesitas nadar y no soy más que lastre.

sábado, 17 de diciembre de 2016

jueves, 15 de diciembre de 2016

Leopoldo bajó al valle,

algo le pasó en el transcurso de su paseo, parecía derrotado a su regreso al pastizal que guardaba como santuario. Taciturno, entró en su cueva.

No parecía querer decir nada, ni volver a salir.

Puede que sea el final de "Crónicas desde el risco".

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Envejecí diez años hoy.

He perdido la cuenta de los siglos ya. Voy a tener que mirarme el C14 antes de poner las velas en la próxima tarta.

Empecé,

pero no podré continuar "Cruces". Quería que esa historia acabara con el protagonista regresando a las Antillas tras un periplo de años, en un reencuentro que al menos sirviera para despedirse de esta vida tras un último intercambio en la vejez.

Pero no.

El caribe del relato seguirá atrapado en la antesala del salón del Duque de Niebla. Atrapado en una Castilla que fue martillo de herejes y prisión de pueblos. Morirá solo.

Ni siquiera podrá decirle "hola".

lunes, 12 de diciembre de 2016

Al final,

fue tan simple como éso. Tras tres años de agonía, es imposiblemente fácil.


Bueno, al menos ese paso.


_Parafraseando a Tolkien, todas las carreteras empiezan en la puerta de casa. sería bonito hallar una que nos lleve a hablar, aunque fuera un rato.

Dejo mensajes

...en ese rincón de tu messenger del face que está bloqueado.


¿Cómo podría ser acoso, en un rincón donde nadie más que yo (y los de la inteligencia, si les da por mirar) lo ve?


Ni está para el público, ni te ves obligada a leerlo. Y, sin embargo, son tus mensajes.


Dudo que algún día obtenga respuesta. Sería una sorpresa agradable.

"Maybe I'm right...

...maybe I'm wrong,
loving you, dear, like I do...
If it's a crime, then I'm guilty.
Guilty of loving you.."

sábado, 10 de diciembre de 2016

No sé si es un error,

pero puse de nuevo a Satie. Tú sabes cuál. Me dejaste éso cuando te quedaste a vivir en mí.

No sé si es un error cuando la lágrima me vence o es señal de que sigo vivo y aún podríamos encontrarnos de nuevo.

Cómo me duele todo hoy, siendo tan superfluo.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Un "nunca"

que acaricia mi mejilla con sus dedos gélidos
susurrándome al oído:
"sólo un poco más de vacío
antes de arroparte en la nada
para siempre".

miércoles, 26 de octubre de 2016

miércoles, 5 de octubre de 2016

Invariablemente

mi guitarra me traerá "Ain't no sunshine", de Pick Withers.

Me dejo llevar por la escala menor, a una cuerda, a dos. A intervalos de tercera, de cuarta, arpegios de sweep picking... es una carrera por traerte de vuelta. Y nada lo consigue.

Mis blues son el silencio de mis cuerdas hoy.

Escuchando a Blue Oyster Cult,

"Don't fear the Reaper", por supuesto. Dirías que me rallo y tendrías razón.

Siento a menudo que se me acaba el tiempo sobre esta tierra que se alimentó de la carne y sangre de quien nos precedió, presta a engullirme a mí también.

Tiene paciencia. Yo no.

Y suena Kansas, "Dust in the wind".

No tengo remedio. Me faltan tantos pedazos de mí que a veces no sé si soy yo.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Poco a poco

se acumula el mismo número de aniversario sobre cada evento. Tres años desde mi última entrada en "The Treehouse", que siempre pensaré como "nuestro". Me senté a la misma mesa a brindarle a otra de mis muchas derrotas.

Fue una carrera tras ese mensaje de texto y la notificación de una foto que enviaste y a la que la red me negó acceso.

El número tres aún acecha en el solsticio que se aproxima, en un enero en que me acabaron de vilipendiar y robar.

Y luego acecha el cuatro. A veces creo que oigo al cabrón del vampiro de Barrio Sésamo riéndose de mí a carcajadas.


viernes, 23 de septiembre de 2016

Cartas.

Hace tres años el domingo que oí tu voz.

La línea que te llevaría a mí o viceversa se oculta en el asfalto frente a mis zapatos ajados. Se mofa y se befa de la sed que tengo de tu presencia.

Creí haberte reencontrado desde entonces, para qué negarlo. Puede que hasta lo hubiera hecho y hubiera cometido errores garrafales.

¿Comprenderías que balbuceara los primeros cinco minutos de verte con la indecisión de no saber cómo o qué decir?

Cuando desfallezco, te escribo en mi mente cartas de despedida, sabiendo que tu nombre estará en mis labios cuando me vaya de esta porquería de mundo, que es bastante mejor por estar tú en algún rincón de él.

Ojalá pudiera decirte éso último a la cara.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Eclipse de equinoccio.

Han pasado casi tres años desde que oí tu voz por última vez. Fueron sólo unos pocos minutos.

Ese "hey" aterciopelado aún me abriga en el frío de la celda de aislamiento. Lo que me dijiste a continuación de ese "hey" aún me mantiene despierto. Ojalá pudieras (o quisieras) decirme el por qué de esas palabras.

Donde estés, te deseo paz. Si piensas que pudiera darte alguna, sólo necesitas llamar.

miércoles, 10 de agosto de 2016

¡Twock, twock!

La bola de tenis rebota en la pared y el suelo antes de volver a mi mano.

¡Twock, twock!

Un verso que se estrella contra los ladrillos, miel que se transforma en la bilis del silencio que ni mi voz puede romper estando a solas.

¡Twock, twock!

Paredes que rodean esta celda de aislamiento, que ni acolcharon. Gotas de sangre coagulada en mi frente de intentar abrir una ventana a golpe de encéfalo.

¡Twock, twock!

Un par de muros que levantaron para impedirme ver a quien amo.

¡Twock, twock!

Otro par de muros que levanté para protegerme.

¡Twock, twock!

Un suelo que era cemento, deviene en arena movediza con cada minuto que pasa.

¡Twock, twock!

Un techo que, como el péndulo de Poe, desciende un milímetro cada hora.

¡Twock, twock!

El aire enrarecido en que el único oxígeno son los besos que no nos dimos.

¡Twock, twock!

¡Twock, twock!

¡Twock, twock!

¡Twock, twock!

miércoles, 27 de julio de 2016

Se aproxima esa fecha,

no debería ser diferente de las otras en el calendario que tu ausencia llena. No debería ser distinta a las otras noches y días que paso sin oir el sonido de mi voz mientras oigo la tuya en las paredes de mi cráneo.

No debería ser diferente de los cientos, miles de días que se adivinan con esa constante en un horizonte sin horizonte.

Pero lo es. Es el día en que me quedé con retazos de tu luz. El día de "antes y después". Hubo una serie de ellos en menos de un año.

¿Queda algo de mí que se pueda amar? Lo dudo.

domingo, 24 de julio de 2016

viernes, 22 de julio de 2016

miércoles, 29 de junio de 2016

Decepción tras decepción tras decepción.

Nada. Nada. Una y otra vez.

No voy a contarte ahora cómo afecta lo del brexit, las elecciones del domingo y la traición del lunes. Y aún podría salir Trump en EEUU. ¿Lo dudas?

No acaba uno de acostumbrarse a un mundo que parece deleitarse obliterar la más nimia ilusión. Y aún quedan vueltas de tuerca para seguir machacándonos.

miércoles, 15 de junio de 2016

Se acerca el tercer aniversario,

, que parece ya cadena perpetua desde que dejé de oir tu voz. Le temo a la fecha, odio el verano que una vez nos bañó de luz.

Odio las noches en que uno puede sentarse fuera y no oigo tu voz. Odio el poder pasearme por el valle de este río tan bonito, con tantas cosas que ver, y no poder compartir ni una sola contigo.

Qué ganas de que llegue el invierno para tener una excusa y meterme en mi cubil.