miércoles, 11 de mayo de 2016

Un pensamiento inquietante

me vino ayer a la cabeza. Con la excusa de estar sola con cuatro hijos (nadie dice que sea cosa de guasa), repetías una y otra vez:

"Un día de éstos, dejo el gas abierto de noche y termino con la mala semilla que dejó vuestro padre".

Hasta ayer, pensaba que era un acto de abuso más.

No hace ni dos años que me di cuenta de que mi apellido es de sefardí retornado, del abuelo de mi padre. ¿Lo sabías tú? Sospecho que sí. ¿Tiene relación con lo del gas?

Ése es el pensamiento inquietante. Teniendo en cuenta tus otras posturas, sospecho que también.

Púdrete.

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