me convertí en el mayor idiota del distrito, al menos por ahora. Una pifia como no he cometido durante los casi dieciocho años que llevo en el curro. Nada serio. Nadie resultó herido. Digamos que fue una falsa alarma de dimensiones épicas.
Lo que daría por contártelo. Te caerías de la risa.
Es cuando más te echo de menos, cuando tengo algo así para compartir, que te traería una sonrisa y no te veo por ninguna parte.
¡Ay!
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