En resumidas cuentas, se me acabó de joder el móvil. Veremos cómo se resuelve este nuevo capítulo. Espero que se resuelva pronto.
No sé si podré dormir. La posibilidad de que sea precisamente ahora que no puedo responder al teléfono que puedas decidir contactarme es un viejo terror hecho realidad.
Puede que sea capaz de subir otra entrada. Si lo hago, será una historia que busque alegrarte y (esperemos) que te arrope en un recuerdo agradable de mí.
Semper tuus, semper idem, semper fidelis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario