Domingo de mañana, existencialista y lento como un caracol a base de barbitúricos. El no tener concha me supondría ser una babosa, pero procuro dar la espalda al chiste fácil. Pongo cara de ser teddddiblemente intelestuá.
No va mal la mañana. Pronóstico de resaca moderada tras la cogorza y el rock melancólico/salvaje de pentatónica menor. ¡Bah!
El sol en mi ventana brilla, y yo no. Las preguntas amorfas de siempre...
"¿Cómo cerrar las puertas al fanático que quiere insinuarse con una u otra excusa?"
"¿Cómo abrir puertas y ventanas?"
"¿Dónde cojones dejé la crema para las manos?"
Preguntas, siempre más preguntas...
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