Con el debido respeto a las personas, sin ninguno a las ideas, me declaro ateo abiertamente y sin reservas. ¿A santo de qué? La cada vez más frecuente posición del "agnóstico duro" en mi muro me motiva.
Personas muy inteligentes que, a efectos prácticos, se declaran ateos pero dejan en su fuero interno motivos para la duda.
El título de esta pequeña columna es inspirada por una de mis viejas lecturas, el "Anti-Dühring" de Engels y su caracterización del agnóstico como "ateo vergonzante".
Más de un siglo ha pasado ya, en que la ciencia ha dado pasos de gigante, desde el viaje a nuestro satélite (y las sondas, más allá), hasta las profundidades marinas. Desde la partícula subatómica hasta los órganos y sistemas que componen un ente animado.
Sin ser matemático (recordad, soy de Letras), mi forma de verlo es la siguiente:
Se expresa la divinidad como una unidad a investigar. Le asigno el valor 1 (aunque podría ser 3 o 5, para el caso lo mismo). El problema es que los resultados de la investigación científica niegan su existencia como explicación o parte de los fenómenos naturales. El número de resultados obtenidos es finito, pero creciente, (le asigno el valor x) tiende al infinito. Y la tendencia (desde Engels hasta ahora) sigue ininterrumpida.
Lo veo como límite de la función de x cuando x tiende a infinito, y dividimos 1/x (o 3/x, o 5/x). La respuesta, tiende a 0. Si, encima, ese valor de 1(o 3 o 5) sólo viene dado por fábulas que nunca tuvieron justificación, estamos cada vez más firmemente en el 0. Recordemos, 0/x=...
Los creyentes y agnósticos diréis que cometo falacia de uno u otro tipo. Para el caso, me da lo mismo. Desde el bosón de Higgs (que lucho por comprender, por cierto) hasta el infinito que nos rodea, no hay un solo atisbo. Ni uno sólo.
El concepto de la divinidad sólo es capaz de sobrevivir en aquellos espacios que la ciencia aún debe penetrar. En cuanto la ciencia penetra, la divinidad desaparece.
Es como el concepto de π. Perdí la cuenta de cuántos dígitos tiene a la derecha de esa coma. El método del redondeo se aplica, no necesito más de los 7 que aparecen en mi calculadora de bolsillo cuando lo uso para construir algo con mis manos.
Es como la gravedad, una teoría. No necesito aplicar la duda cartesiana para saber que no puedo levitar, a menos que encuentre una fuerza superior a la que me ancla al suelo.
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