La sombra se burla de mi búsqueda de luz, mi luz... Viscosa, me envuelve en de libertad tan sólo la apariencia.
Barnizando mis yemas, lo toca todo en mi lugar, presencia mucosa que me embarra al mezclarse con el polvo del millar de esqueletos de que se compone.
La apatía y la desesperación, sus pasatiempos de tarde aburrida mientras me debato cada vez mas lejos de mi costa.
Parece que ser hombre equivocado en lugar equivocado fuera delito capital.
Y, al final, sólo una vida.
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