lunes, 9 de diciembre de 2013

(Y)

El Pensador o el mánager de página llaman a la reunión. Leo "¡manos arriba!" Sé que lo del alma es una farsa, pero siento algo rasgarse dentro de mí. Cada vez.

Mi "mano" se levanta con las otras, doy fe de existencia, porque se puede usar la palabra con propiedad, aún siendo uno más ateo que un recién nacido.

"¡Manos arriba!" Mis compañeros de edición no ven rodar la lágrima por mi mejilla. A veces me preguntan que de dónde viene mi verso...

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