De rondalla, como cada noche de las horas de luz solar. Ingrávido floto en las horas que me separan de mi punto final. No sé si muchas o pocas, sólo el enajenado cree saber.
El alba se retrasa. Por no anunciarse, ni se atisba.
Soy animal nocturno, erizo de verso sangrante y zorro recóndito a la vista de todos.
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